En este proyecto, los niños y niñas tienen la oportunidad de experimentar la naturaleza de forma lúdica y desarrollar una comprensión básica de las plantas y sus procesos de crecimiento. En pequeños grupos, llenan macetas con tierra y luego plantan, cuidan y observan cuidadosamente semillas y plántulas.

El proyecto contó con el acompañamiento de nuestro alumno en prácticas, Benjamin Frank, que presentó a los niños y a las niñas términos importantes y el ciclo natural en una unidad teórica cuidadosamente preparada. Esto no sólo fomenta su capacidad de trabajo en equipo y comunicación, sino también su motricidad fina y su cuidadosa interacción con la naturaleza. Cada niño/a se responsabiliza de su propia planta y experimenta de primera mano cómo sus propias acciones influyen en la capacidad de la planta para prosperar. Este proyecto no sólo crea una comprensión práctica de las relaciones ecológicas, sino que también despierta un profundo aprecio por el medio ambiente y su protección.