Durante las últimas semanas, los/as niños/as han trabajado con gran entusiasmo en el proyecto de nuestro huerto. Las cinco parcelas se plantaron juntas. Cada clase tenía un grupo de pequeños jardineros/as que plantaron diferentes tipos de hortalizas, como tomates, pepinos, lechugas, guisantes y mucho más.

Además, se plantó una colorida selección de hierbas en nuestra caracola de aromáticas, que no sólo enriquece el jardín, sino que también atrae los sentidos de los niños y niñas.

Un punto culminante en nuestro huerto es nuestro hotel de insectos, que sirve de hábitat a numerosos insectos útiles, como abejas y escarabajos, y favorece la biodiversidad. Los niños y niñas aprenden lo importantes que son estos pequeños ayudantes para la polinización y la salud de nuestro jardín.

Otro elemento maravilloso del huerto escolar es el anfiteatro. Esta zona no sólo sirve como punto de encuentro para niños y niñas, sino también como lugar para actividades creativas y clases de jardinería. Aquí los niños y niñas pueden contar cuentos, hacer un teatrillo o simplemente disfrutar de la naturaleza mientras aprenden sobre las plantas y los animales del jardín.

Estamos especialmente entusiasmados con nuestro lecho elevado de lombrices. En él, las lombrices trabajan incansablemente para airear la tierra y enriquecerla con nutrientes. A los niños y niñas les encanta observar cómo las lombrices viven en la tierra y ayudan a mantener sanas las plantas. Este proyecto enseña a los niños y niñas la importancia del compostaje y la jardinería sostenible.

Ahora comienza la emocionante fase del cuidado de las plantas. Los niños y niñasaprenden la importancia de regar sus plantas, quitar las malas hierbas y verlas crecer. Es una oportunidad maravillosa para que asuman responsabilidades y desarrollen la sensibilidad por la naturaleza.

El mes que viene continuaremos con el cultivo de plántulas, que será otra gran experiencia para nuestros pequeños jardineros.

Estén atentos a los próximos pasos de nuestra «aula verde».